Amigos, mejores amigos, enemigos: términos que usamos, los adolescentes, diariamente. Los usamos en frases como "el y ella son mis mejores amigos" o "un amigo me dijo que..." y quizás "a el no lo puedo ni ver, es mi enemigo". En este momento se estarán preguntando a donde voy con todas estas citas. Me creo en condiciones de afirmar el mal uso de estos términos. Planteense las siguientes preguntas: ¿Es lo mismo un compañero que un amigo? ¿Quienes son nuestros amigos? ¿Como los distinguimos entre tanta gente? ¿Tenemos tantos amigos como compañeros? ¿Tantos compañeros como amigos? Detenganse a pensar esto. Probablemente lleguen a la conclusión de que todos los que nosotros llamamos "amigos", no los podemos contar como tales y que los únicos y verdaderos amigos que tenemos, son tres o cuatro personas, que quizás no las teníamos muy en cuenta pero son los que verdaderamente nos entienden, nos alegran, nos ayudan, nos escuchan y nos acompañan. No confundan mas amigo con compañero, compañero con amigo. Sostengo que son dos términos con diferente significado, y mal empleados por la gran mayoría de nosotros.
Un amigo es aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido.